Grandes arrecifes

Infraestructura azul para la conectividad y regeneración marina

Los grandes arrecifes son estructuras a gran escala que, ubicados en zonas estratégicas, ejercen de corredores biológicos impactando positivamente en la biodiversidad y la conservación, la pesca, la calidad ambiental y la promoción de la bioeconomía local. Un recurso altamente apreciado por la administración, la ciudadanía y la ciencia.

Gracias a su tamaño y complejidad, los grandes arrecifes también funcionan como zonas de alta productividad biológica, favoreciendo la regeneración de hábitats y aumentando la resiliencia de los ecosistemas frente a los efectos del cambio climático. Representan una solución innovadora y sostenible para proteger y potenciar la biodiversidad en el Mediterráneo.

Principales aplicaciones

1. Infraestructura azul como corredor biológico

 En la cuenca mediterránea existen numerosas áreas marinas protegidas. A pesar de su protección, la realidad es que la presión humana está aún muy presente, causando un descenso de especies en peligro de extinción, una pérdida y fragmentación del hábitat marino y la regresión de fanerógamas, entre otros problemas. 

En concordancia a lo dispuesto a la Estrategia Nacional de Infraestructura Verde y de la Conectividad y Restauración Ecológicas del Ministerio de Transición Ecológica, NAR propone la creación de infraestructura azul en forma de instalación de grandes arrecifes artificiales que ubicados en puntos estratégicos, cuentan con los siguientes beneficios

  • Empoderamiento de la zona, como centro de repoblación al servicio de zonas protegidas circundantes, como reservas marinas o Red Natura 2000.
  • Corredor biológico, que favorece la conexión de especies entre zonas protegidas. 
  • Protección del fondo, donde los juveniles de especies de interés encuentran protección.
  • Mayor calidad del agua: los materiales usados favorecen ambientes alcalinos, previniendo de la acidificación del medio y protegiendo a especies vulnerables.